domingo, 15 de marzo de 2009

El Principito (porción de cap. XXI)- Antoine de Saint-Exupéry


Fue entonces cuando apareció el zorro.

-Buenos días-dijo el zorro.

-Buenos días- contestó amablemente el Principito, y se dio vuelta. Pero no vio a nadie.

-Acá estoy- dijo la voz-. Bajo el manzano...

-¿Quién eres?- preguntó el Principito-. Eres muy hermoso...

-Soy un zorro- respondió el zorro.

-Ven a jugar conmigo- le propuso el Principito-. Estoy tan triste...

-No puedo jugar contigo- contestó el zorro-. No he sido domesticado.

-Ah. Perdón- repuso el Principito.
Pero después de pensarlo, agregó:
-¿Qué significa "domesticar"?

-No eres de aquí- dijo el zorro-. ¿Qué buscas?

-Busco a los hombres- dijo el Principito-. ¿"Qué significa domesticar"?

-Los hombres- dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. Es bastante molesto. También crían gallinas. Es lo único que me interesa de ellos. ¿Buscas gallinas?

-No- contestó el Principito-, busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?

-Es algo muy olvidado- dijo el zorro-. Significa "crear vínculos".

-¿Crear vínculos?

-Así es- dijo el zorro-. Tú todavía para mí no eres más que un niño, igual a otros cien mil niños. Y no te necesito. Tú tampoco me necesitas. Para ti, yo soy un zorro semejante a otros cien mil zorros. Pero si me domesticas, nos necesitaremos mutuamente. Serás para mí el único en el mundo y yo seré para ti único en el mundo...

Estamos tan acostumbrados a ver nuestra especie que se nos a olvidado mirarnos a los ojos y descubrir la autenticidad de cada ser humano. Este capítulo del el libro El Principito fue mi inspiración para una de mis canciones que mas recargan mis energías y me da mucha esperanza. La canción es "El Mundo del Corazón". Al final de este capítulo el Principito se da cuenta que aunque estaba rodeado de muchas rosas, solo una lo había "domesticado". Solo una rosa conquistó su corazón. Es en ese momento en que El Principito entiende que ella es única y por dedicarle el tiempo para conocerla y crear un "vínculo", la rosa se convirtió en una necesidad. Es tiempo de que los humanos aprendan a necesitarse los unos a los otros. No con la necesidad del "interés". Sino con la necesidad de la llenura del amor, donde cada cual se complementa y cumple su propósito en la vida. Todo lo que yo hago afecta mi entorno, procuremos afectar a los que nos rodean positivamente. Es tiempo de crear lazos.

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